Meditación

Muy difícil es para nosotros desligar la justicia De Dios del dolor que sentimos,

Con esto me refiero que mientras experimentamos el dolor o la incomodidad, creer que hemos sido justificados por Dios o experimentar la paz es una labor, muy difícil, y en algunos casos imposible, sentir la paz De Dios en nuestro corazón,  porque tenemos la tendencia o inclinación de pensar que nuestro dolor o incomodidad, está intrínsecamente relacionado con algo malo que hubiéremos hecho,

Lo que hace que nuestra situación, se agrave aún más, ya que estamos añadiendo un elemento más,  que contribuye a empeorar la situación
Estamos añadiendo, una cuota de incredulidad, un elemento que tiene un efecto destructivo en cualquier esfuerzo por salir de cualquier dificultad , en toda situación de la cual tengamos que salir la FÉ que es lo contrario de la incredulidad, será siempre un factor de importancia que Dios no siempre pero qué muchas veces requiere de nosotros, , es como el que cae en un hoyo, pudiendo llevar consigo una cuerda que le aria más fácil el rescate decide no llevarla,  pues está sedición hará mas difícil el rescate 
Cuando experimentamos, una situación, de dolor o incomodidad,
Juntamente con esa situación también se presentan otros elementos, como ser el temor, miedo,  preocupación, los cuales se intensifican o disminuyen en la medida que el dolor o incomodidad también disminuye o se intensifica

El temor,  miedo  o preocupación, son producto de la incredulidad, o falta de confianza,
En que sentido?  En el sentido de que cuando estamos padeciendo  algún dolor o incomodidad  tendemos a asociarlo con la culpa y comenzamos  por formular algunas preguntas,  porque! y en el afán por encontrar una respuesta, comenzamos por las cosas que están a nuestro alcance: las cosas que puedo hacer,   si encontramos respuesta y el dolor o incomodidad se resuelve, entonces la búsqueda cesa, sino, la búsqueda a la respuesta continúa, esta vez en fuentes accesibles, otras personas doctores, etc. de igual forma si en contáramos respuesta la búsqueda cesa de lo contrario, continuamos la búsqueda, para este tiempo el temor el miedo y la aflicción ha ido en aumento, siendo que ya agotamos los recursos próximos a nosotros, entonces, tornamos nuestra mirada a Dios

Y considerando que nuestra primera opción al experimentar dolor e incomodidad no es Dios sino lo que nosotros podemos hacer por nosotros mismos al menos eso es lo que vemos en la práctica,

Al acercarnos a Dios no lo hacemos con la plena confianza como para saber que él satisfará la necesidad que traemos de la forma que pensamos

El hecho que podamos permanecer firmes en medio del dolor no es que seamos fuertes sino que. Dios interviene de una forma sobrenatural, en nosotros desafiando nuestro entendimiento al permitirnos, experimentar La Paz en nuestro corazón, NO! Porque no sintamos el dolor sino, porque Él (Dios) ha establecido una razón súper poderosa, incapaz de ser derribada que nos protege y permite mantener la calma y La Paz del corazón, en medio del dolór y la incomodidad, y esa paz descansa en el entendimiento y convicción que Dios pone en nosotros de que somos justificados, que Él ha perdonado nuestro pecado , que ya no hay más condenación para los que estamos en Cristo Jesús. Esta es una promesa De Dios para cada creyente en medio de pruebas y dolores, en la cual Él se compromete a proteger nuestras mentes y corazones los cuales vienen a ser el objetivo principal de nuestro enemigo durante esos momentos de aflicción, durante los tiempos de aflicción nuestros corazones ( sistema emocional) y misstated mente( sistema de pensamiento) se vuelven vulnerables, y sufren el ataque despiadado de nuestro enemigo,

Bueno, Dios no a dado un recurso para actuar en base a su promesa de proteger esas regiones de nuestro ser dice que Él protegerá nuestra mente y nuestros corazones, concediéndonos así La Paz, no basada en la ausencia del dolor sino basado en la Fé puesta en Cristo Jesús, que nos libra y protege de las acusaciones de nuestro enemigo, el cual intensifica sus ataque en los momentos de pruebas y aflicciones