Saturday, August 1, 2020

ES PUES LA FE LA EVIDENCIA DE NUESTRA JUSTIFICACION EN CRISTO

hebrew11:1 Now faith is the substance of things hoped for, the evidence of things not seen

La fe

hebreo11:1  Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve

Es la fé, la evidenciañ de que Dios nos ha justificado,  así que Dios ya no está mas enojado con nosotros
que es la mayor causa de la tragedia humana,
JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo:
Por el cual también tenemos entrada por la fe á esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios
Herroneamente pensamos que nuestras (buenasa) cciones , poseciones, o condicion emocional fisica o mental, son la evidencia inequivoca de que somos justificados
el ser justificado, es la nesecidad mas grande que tiene el ser humano, tambien le llamamos er la bendicion o la aprobacion de Dios
Cuando somos la causa del enojo de alguien no solamente son nuestras acciones, ideas y pensamientos los que causan el repudio de esa  persona, sino nuestra propia persona, 
el solo hecho de vernos causa enojo o irritacion a la persona, y el enojo es un largo camino que finalmente lleva a la muerte
lo mismo acontece con Dios y el ser humano
el hombre pecó en contra de Dios y Dios se enojó, contra el hombre; el enojo de Dios hacendió al grado que decidió matarlo como pago por su ofenza, lo que efectivamente aconteció según  Genesis 3:23 Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado
A este punto el hombre está separado de Dios, muerto en sus delitos y pecados, sin Dios y sin esperanza en el mundo
las persona piensan que haciendo algo, pueden arregler el problema del pecado con Dios, 
pero Dios insiste que eso no es pocible, porque el problema no es con lo que la persona puede o no hacer el problema es con la persona que está en una condicion mas hallá de la reparacion (total lost), en todo caso la persona nesecitaria desaparecer(infierno) o cambiar a otra persona, 
de en medio de toda esa chatarra Dios escogio, muchas person, personas que estaban incerbibles, no porque nosotros lo haceptemos, o estemos de acuertdo con Dios, sino porque asi Dios lo Dice y nosotros le creemos
Isaías 1:5
Desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza no hay en él cosa sana, sino heridas, y moretones, y llaga corrompida que no ha sido curada, ni vendada, ni suavizada con bálsamo.

1 Corintios 1:27-31 RVR1960

sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia.

Nosotros creemos que esa era nuestra condicion antes de venir a Cristo, 
pero ahora nuestra condicion es otra, es opuestra, 
 despues de estar en tinieblas fuimos trasladados a la luzdespues de ser enemigos ahora somos amigos, 
despues de estar alejedos ahora somos cercanos, despues de estar muertos hemos cidos vivificados
despues de estar sin esperanza ahora tenemos la mas grande y mas preciosa de todas 
y no porque hubieramos colavorado en algo delo queahora tenemos sino por su gracia por el puro afecto de su voluntad

13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.

Sunday, July 26, 2020

PERCEVERANCIA DE LOS SANTOS

7/26/2020

Llegamos a la última sesión de esta serie acerca de la naturaleza de la Teología BAUTISTA, y estuvimos viendo el acróstico TULIP
, y antes de pasar a otro tema sólo quiero agregar un declaracion hecha en la  «Confesión de Fe de Westminster», la cual es una norma doctrinal histórica de la Teología bautista que data del siglo XVII en Inglaterra, donde tenemos esta referencia a la doctrina del llamamiento eficaz.

Dice así: «Todos aquellos a quienes Dios ha predestinado a la vida, y a ellos solamente, tiene Él a bien a su tiempo señalado y aceptado, llamar eficazmente por su Palabra y Espíritu, de ese estado de pecado y muerte, en el que están por naturaleza,
a la gracia y la salvación por Jesucristo; iluminando espiritual y salvíficamente su entendimiento, a fin de que comprendan las cosas de Dios; quitándoles su corazón de piedra y dándoles un corazón de carne; renovando sus voluntades y por su omnipotente poder predisponiéndolos a lo que es bueno, y trayéndolos eficazmente a Jesucristo; de manera que ellos vienen muy libremente, habiendo sido dispuestos por su gracia.”
Hago referencia una vez más acerca de la eficacia de la gracia de la regeneración, no para continuar donde nos quedamos la última sesión, sino como puente, como transición a la última letra del TULIP, la cual es la P en TULIP,
Y la P viene por Perseverancia de los santos. sin embargo bamos  a hacer un cambio en la palabra.  creo que esta frase " perseverancia de los santos" pudiera resultar confusa porque, una vez más, sugiere que la perseverancia es algo que hacemos, tal vez en y por nosotros mismos. 
Ahora, yo creo, que los santos perseveran en la fe y que los que han sido llamados eficazmente por Dios y han sido regenerados por el poder del Espíritu Santo perduran hasta el fin, así que ellos perseveran. Pero ellos perseveran no solo porque son tan diligentes en hacer uso de las misericordias de Dios, sino que la única razón por la cual cualquiera de nosotros continúa en la fe, aun hasta el último día no se debe tanto a que hemos perseverado sino porque nosotros hemos sido preservados.
Por lo tanto, prefiero el término la preservación la conservación – de los santos, porque este proceso por el cual somos guardados en un estado de gracia es algo que es llevado a cabo por Dios. Ahora leemos esta declaración de la Confesión sobre Dios llamándonos con eficacia a la fe, que regeneración le llamamos: a la iniciativa de Dios, y se refiere a la primera etapa en nuestra transformación.
Así como entramos a este mundo a través del proceso de nacimiento biológico, el nuevo nacimiento no es la totalidad de la nueva vida cristiana
, sino el principio de ella, al primer paso, el paso que se lleva a cabo por iniciativa de Dios cuando Él vivifica nuestras almas de la muerte espiritual a la vida espiritual. 
Y por eso llamamos a esta iniciativa divina el punto de inicio.
Y es el principio que es ejecutado,  por Dios. 
Ahora, ¿Qué escribió Pablo a los Filipenses? Él dice que «El que comenzó la buena obra en vosotros, la perfeccionará hasta el fin”. Ahí está la promesa de Dios de que lo que Él empieza en nosotros tiene la intención de terminarlo. Filipenses 1:estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo

Entonces, el viejo axioma de la Teología Reformada sobre la perseverancia de los santos es este:  si tú tienes una fe genuina y estás en un estado de gracia salvadora, si la tienes, nunca la pierdes. Y si la pierdes, nunca la tuviste.
Sabemos que hay muchas, muchas personas que hacen profesión de fe y que luego se apartan y repudian o se retractan de su profesión de fe. Tal como Juan afirma en el Nuevo Testamento, estaban los que dejaron el grupo de los discípulos, y Juan dice de ellos, “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros».1ra Juan 2:19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
Estaban con los discípulos en términos de apariencias externas antes de apartarse, antes de dejar al grupo de los discípulos de Jesús. Habían hecho una profesión de fe externa, y Jesús deja claro que eso es posible hacer, aun cuando uno no tenga lo que dice estar profesando.
2da Juan1:Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.
Recuerde que Jesús dice: «Este pueblo con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí».
 Y aunque advierte al final del Sermón del Monte que en el último día del juicio muchos vendrán a Él diciendo: Señor, Señor, ¿No hicimos esto en tu nombre? ¿No hicimos aquello en tu nombre? Y él les declarará diciendo: «Apartaos de mí, hacedores de maldad. Yo Nunca os conocí;». No que los conocí por una temporada y luego se perdieron y me traicionaron. No, no, ustedes nunca fueron parte del cuerpo invisible de mi iglesia invisible.
Mateo 7:22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad
El mismo tipo de comentario es hecho por Cristo con respecto a Judas, a quien llama «El hijo de perdición desde un principio». Y en su oración sacerdotal, Jesús ora para que aquellos que el Padre le había dado nunca se pierdan, y que nadie jamás se los arrebate de su mano. Y Él da gracias al Padre porque todos los que el Padre le dio vinieron a Él, y ninguno de ellos se ha perdido.Juan 17:12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese

Y así podríamos enumerar  una serie de pasajes similares en el Nuevo Testamento donde tal seguridad es dada por los apóstoles, que las personas que moran en Cristo tienen un futuro, una herencia futura que ha sido establecida desde la fundación del mundo y que algún día vamos a escuchar al Padre decir: «Venid, amados míos.
Heredad el reino que ha sido preparado para vosotros desde la fundación del mundo». Pero, una vez, más el punto que queremos resaltar es que esta perseverancia en la fe no es algo que depende de nuestra fuerza.
 Aun después de que somos regenerados todavía caemos en pecado, y no sólo en el pecado, sino en pecado grave.
Y decimos que es posible que un cristiano se vea envuelto en una caída muy grave. Y hablamos sobre reincidencia; sobre faltas morales, y cosas así. No puedo pensar en algún pecado, que no sea el de la blasfemia contra el Espíritu Santo, que un verdadero cristiano no sea capaz de cometer.
Vemos, por ejemplo, el modelo de David en el Antiguo Testamento, donde David fue, sin duda, un hombre conforme al corazón de Dios fue sin duda un hombre regenerado.
Tenía el Espíritu de Dios en él. Tenía un profundo amor apasionado por las cosas de Dios, y sin embargo este hombre no sólo cometió adulterio, sino que se involucró en una conspiración para que el marido de su amante muriera en la guerra, lo que era en sí una conspiración para matar.
Y eso es un asunto serio, muy serio. Y observamos el serio nivel de arrepentimiento al que David fue conducido como resultado de las palabras del profeta Natán.
 Pero el punto es que David cayó, y cayó muy hondo como el apóstol nos advierte en contra de tener un concepto mayor  de nuestra propia fuerza espiritual por lo que dice: «Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.»1ra Corintios 10:1212 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga
Y nosotros caemos, y nos alejamos de la gracia, no es que caemos por completo, pero nosotros caemos en acciones muy
graves, como la del Apostol Pedro, quien, en público con maldiciones, aun habiendo sido advertido, negó a Jesucristo, jurando que él nunca lo conoció – una traición pública a Cristo. Él cometió traición contra su Señor.Mateo 26:74Entonces él comenzó a maldecir y a jurar: ¡Yo no conozco a ese hombre! Y al instante un gallo cantó
¿Recuerdan que antes de este episodio él había sido advertido sobre este evento? Ya se imaginan, Pedro dijo que esto jamás ocurriría. Él jamás se comportaría de tal manera. ¿Y recuerdan la advertencia de Jesús? «Simón, Simón, Satanás te ha pedido para zarandearte como el trigo, pero yo he rogado por ti, para que cuando vuelvas confifmes a los hermanos».
Ahora, él cayó, pero se levantó. Fue restaurado. Y su caída fue por un momento. Y por eso decimos que los cristianos verdaderos pueden tener caídas radicales y serias, pero nunca caídas totales y finales de la gracia. Aun en la iglesia, cuando las personas profesan fe y caen en pecados muy serios y atroces, pecados tan graves que implican la disciplina de la iglesia.
Y aun en procesos de disciplina eclesiástica que pasa por varias etapas, cuya etapa final ¿Cuál es? La excomunión. Y creo que es posible; sabemos que es posible para alguien que es verdaderamente regenerado, un verdadero cristiano, que esté tan atrapado en el pecado al punto de ser llamado por la iglesia, puesto en disciplina; ser suspendido de la comunion; y aun así no se arrepienta en todo el camino hasta llegar al final que es la excomunión donde es expulsado de la comunión del cuerpo de Cristo y debe ser tratado como un no creyente por la iglesia.
Incluso ese acto de excomunión se hace con la esperanza que la persona es un verdadero creyente atrapado en un estado muy persistente de pecado y que esta disciplina final de ser separado de la comunión en el cuerpo de Cristo será lo que el Espíritu de Dios use para llevarlo al arrepentimiento.
 Y vemos ese ejemplo que se encuentra en el Nuevo Testamento, en la situación de Corinto con el hombre incestuoso.1ra Corintios 5Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?
Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho.
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo,
el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús
¿Recuerdan cómo la iglesia nada hacía para disciplinar a este hombre que estaba viviendo una vida escandalosa hasta que el apóstol tuvo que reprenderlos y amonestarlos y les ordenó excomulgarlo? ¿Qué pasó cuando él fue excomulgado? Se arrepintió. Y solicitó la reincorporación a la iglesia, y ahora la iglesia no lo dejaba regresar.2da Corintios 2así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza
Entonces Pablo tuvo que volver y decir: miren, todo el propósito de la excomunión fue para llevarlo al arrepentimiento. Ahora que él se ha arrepentido, permítanle regresar, así como Cristo dio la bienvenida a Pedro de vuelta al redil después de su acto reprochable de traición.
 Así que, de nuevo, el pecado del cristiano puede ser radical y serio, pero nunca total y final. 
Entonces, ¿Cómo juzgamos a alguien que ha hecho una profesión de fe, quizá en presencia nuestra, y luego vemos como, más tarde, la repudia? Bueno, lo primero que se hace es un juicio compasivo, porque uno no sabe el verdadero estado de su alma.
Esa es una desventaja que tenemos. No podemos leer el corazón de nadie. No pueden leer mi corazón, y yo no puedo leer los suyos. Estamos llamados a ser prudentes y sabios, y mirar las acciones de los demás y evaluar y discernir respectivamente.
 Pero aún por tu mejor acción no puedo conocer realmente tu alma, y ustedes no saben lo que hay en la mía. Por eso, estamos llamados a ser excepcionalmente tolerantes los unos con los otros y tener esa compasión que cubre una multitud de pecados entre nosotros en la comunión de la iglesia. Pero Dios lee el corazón. Y cuando Dios dice que una determinada persona nunca estuvo en un estado verdadero de fe, podemos estar seguros de que esa persona nunca estuvo en la fe verdadera.
Ahora, pero ¿Qué pasa si nos topamos con alguien que está en medio de una grave y prolongada caída, y que ha repudiado la fe públicamente? Entonces, ¿Podemos saber que no es cristiano? No, porque no conocemos el mañana.
 No sabemos si están en la posición de David antes que Natán hablara con él. Si alguien hubiera estado en ese momento, cuando Pedro dijo que nunca conoció a Jesús, de seguro no habría aseverado que Pedro era cristiano, porque lo estaban observando justo en medio de esta prolongada caída tan grave.
Pero todavía tenemos esperanza por aquellos que nos han dejado por un tiempo, y que van a regresar. Y tenemos que reconocer que puede tratarse de una de dos cosas.
#1 que su profesión inicial no fue auténtica ni genuina; se trataba de una profesión de fe vacía, y que nunca fue creyente. 
#2, que su profesión de fe era genuina y que va a volver. Pero eso se lo dejamos a Dios en este punto.
Pero lo que nos enseña el Nuevo Testamento es que es el Espíritu Santo, de nuevo, el único que nos levanta de entre los muertos. Y Él nos levanta para vida eterna. Todo el propósito de la elección de Dios es para llevar a su pueblo de manera segura al cielo, de modo que lo que Él empieza Él promete terminar.
Y Él no solo inicia la vida cristiana, sino que el Espíritu Santo es el santificador, el que convence, y el ayudante que está ahí para ayudar en nuestra preservación. Ahora dos importantes términos se dicen con respecto a la obra del Espíritu en la vida del cristiano que están relacionados con esta idea de la preservación. FILIPENSES 1:6
#1 es que somos sellados por el Espíritu Santo, 
y #2 es que se nos dan las arras del Espíritu. Vamos a ver este último primero.
 El término arras del Espíritu se extrae del lenguaje comercial de los tiempos bíblicos,  algo semejante en estos dias  sería :lo que llamamos una cuota inicial de dinero, cuando alguien va a comprar una casa y se hace el contrato inicial, se da una porción de dinero como pago a cuenta o como pago inicial, lo que es una promesa de que usted tiene la intención de obtener un préstamo y cerrar el trato y pagar el resto del saldo.
Y para demostrar que estás interesado en serio, entregas este pago. Ahora sé que hay gente que ha pagado dinero de buena fe pero que no logran cumplir. Tal vez ellos no estaban tan interesados en primer lugar, o tal vez aparecieron circunstancias que hicieron imposible el continuar con el compromiso. 
Pero amados, cuando Dios el Espíritu Santo les es dado a ustedes por el Padre como prenda, cuando el Espíritu mismo que mora en ustedes es el compromiso del Padre para su futuro, ¿realmente creen que el Padre vaya a fallarles en cumplir con el pago final? No tenemos un fajo de billetes, sino el Espíritu de Dios mismo morando en nosotros como promesa de Dios de finalizar la obra.
Y no sólo nos da las arras del Espíritu, sino que Él nos sella en el Espíritu Santo. Cuando Dios escribe nuestros nombres en el libro de la vida, Él no lo hace con un borrador a mano, sino que lo hace por la eternidad, y Él nos sella en el Amado para siempre.
Ahora finalmente, una de las razones por las que tenemos confianza en nuestro futuro no es solo por el ministerio del Espíritu Santo que acabo de mencionar rápidamente, de paso, sino, por lo más importante, debido a la labor que realiza Jesús. A veces tenemos una tendencia o, a veces, creo, tenemos la tendencia a pensar que cuando Jesús vino y vivió su vida de perfecta obediencia y cumplió todas las exigencias de la ley que hemos incumplido y entonces, por su obediencia pasiva pagó el precio de nuestros pecados con la perfecta expiación.
Él hizo todo lo que necesitamos que Él hiciera por nosotros, pero nos olvidamos de que cuando ascendió al cielo y se sentó a la diestra de Dios y fue entronizado como Rey de reyes y Señor de señores, Él no sólo fue a su reino, sino que también entró al cielo como nuestro gran Sumo Sacerdote.
Y la función principal de nuestro Sumo Sacerdote, como Él nos dice, es la de interceder por nosotros diariamente ante el Padre. Jesús intercede por mí, por mi salvación final. No sólo oró por sus discípulos en Juan 17 para que nunca fueran arrebatados de la mano de Dios, sino que Él ora por nosotros para que seamos preservados. Ahora bien, miren a Judas y a Pedro. Ambos traicionaron a Cristo. Uno de ellos era un creyente; y el otro no lo era.
Ambas acciones fueron indignantes en extremo – la traición total a Cristo. Ambas fueron anticipadas por Cristo. Y cuando Él le dijo a Judas lo que iba a hacer, Él terminó su comentario diciéndole a Judas: «Lo que vas a hacer, hazlo más pronto.» Y lo despidió. Pero cuando hizo el mismo tipo de predicción sobre el comportamiento de Pedro, como ya lo hemos mencionado, «Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo,» ¿recuerdan lo que dijo? Pero Simón, “he rogado por ti, para que una vez vuelto, no para cuando vuelvas, sino que una vez vuelto, confirma a tus hermanos.LUCAS 22:32
Mi confianza en mi preservación no está en mi capacidad de perseverar, sino que mi confianza descansa en el poder de Cristo para sostenerme con su gracia y por el poder de su intercesión por nosotros es que Él nos va a conducir con seguridad.

Friday, July 24, 2020

ESTUDIO GENERAL DE LA BIBLIA 

GENESIS

GENESIS 1: La Creación





La palabra “Génesis” significa: origen, inicio.
En hebreo, el libro de Génesis se conoce como “Bereshit”, que literalmente significa: “En el principio”.  El título viene de las primeras palabras del libro.
(Génesis 1:1)  En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

El tema general del libro es: el origen de la humanidad, al igual que el origen del pueblo de Dios, Israel.

No es casualidad que la Biblia comience así.  No sólo se trata de comenzar “por el principio”, sino porque es necesario saber de dónde venimos, pues esto nos da identidad.  
Si sabemos de dónde venimos…sabremos quiénes somos. 
Si sabemos quiénes somos…sabremos hacia dónde vamos.


LA CREACIÓN
La Biblia claramente nos dice que la existencia del hombre y de todo lo que hay en la Tierra, y en el universo, no es producto de un accidente ni es una casualidad.  Fuimos creados por Dios, y fuimos hechos con un propósito. 

El primer capítulo de Génesis describe cuál fue el proceso de la creación:

Día 1:             la Luz (1:1-5) 
Día 2:             Separó las aguas de las aguas (1:6-8)  
Día 3:             Tierra Seca y Vegetación (1:9-13)
Día 4:             las Lumbreras (1:14-19)  
Día 5:             Animales: peces y aves (1:20-23)
Día 6:             el Ser Humano (1:24-31)


LA LUZ
Lo primero que Dios hizo en la Tierra fue traer luz, ya que ésta estaba desordenada, vacía y en tinieblas.
 (Gen. 1:3-4)  Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz.  (4)  Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.



Esta luz (heb. Ohr) no era la del sol ni la luna, ya que éstos fueron creados en el 4° día.  Entonces, ¿cuál era esa “LUZ”?  Juan lo señala claramente:
(Juan 1:1-5)  En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.  Este era en el principio con Dios.  Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.  En él estaba la VIDA, y la vida era la LUZ de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella

Sabemos que el “VERBO” es Jesús (heb. Yeshua).  Él ha estado desde el principio, y participó en la creación, porque Él es Dios.  La vida salió de Jesús, y esa vida trae luz que brilla aún más que las lumbreras.  Es la “luz de la vida”.
(Juan 8:12)  Otra vez Jesús les habló, diciendo:  Yo soy la LUZ del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. 

(Col. 1:15-18) Cristo es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación, porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.  Y él es antes que todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia, y es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia.

(2 Cor. 4:6)  Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la LUZ, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 
 (Heb. 1:1-2)

Esta misma luz será la que va a iluminar la Nueva Jerusalén, en el mundo nuevo, tal como está escrito al final de Apocalipsis.
(Apoc. 22:3-5)  Y ya no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará allí, y sus siervos le servirán.  (4)  Ellos verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.  (5)  Y ya no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos.

La luz del primer día es la Luz espiritual que da vida espiritual, y nos separa de la oscuridad y el mal


 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.

Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.

Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.

E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así.

Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo.

Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.

10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.

11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.

12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno.

13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero.

14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años,

15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.

16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.

17 Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra,

18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.

19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.

20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.

21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.

22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.

23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto.

24 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.

25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.

26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.

30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.

31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

 Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.

Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.

Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.

Todo lo que respira alabe a JAH.
Aleluya esto es un decreto de parte de Dios, no es una opcion , si usted respira si tiene vida debe alabar a Dios

salmos 150:1-6 ¡Aleluya!

¡Alaben a Dios en su santuario!
¡Alábenle en su poderoso firmamento!
¡Alábenle por sus proezas!
¡Alábenle por su inmensa grandeza!
¡Alábenle con toque de corneta! ¡Alábenle con lira y arpa!
¡Alábenle con panderos y danza! ¡Alábenle con instrumentos
de cuerda y flauta!
¡Alábenle con címbalos resonantes! ¡Alábenle con címbalos de júbilo!
¡Todo lo que respira alabe al SEÑOR[a]! ¡Aleluya!

El hombre en el huerto del Edén

Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,

y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra,

sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra.

Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado.

Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.

10 Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos.

11 El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro;

12 y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice.

13 El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus.

14 Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates.

15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.

16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;

17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.

20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él.

21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.

22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.

23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona,[a] porque del varón[b] fue tomada.

24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.