Sunday, September 25, 2022

BAUTISMO

 Me pregunto cuántos de ustedes han sido bautizados alguna vez en su vida. Sé que hay muchas comunidades cristianas que no bautizan a las personas hasta que sean adultas y hagan una profesión de fe, 

mientras que muchas otras comunidades cristianas bautizan a los infantes poco después de nacer.

 Y así, hay un gran número de personas,  alrededor del mundo, que han recibido el ORDENANZA del bautismo.Yo podria preguntarte: ‘¿Estás bautizado?’ y puedes decirme, ‘Sí’, y entonces yo podría decirte, ‘¿Y qué? ¿Cuál es la gran cosa con estar bautizado?’.

 Y, sin embargo, cuando vamos al Nuevo Testamento, vemos que Jesús manda a su iglesia a predicar el Evangelio a toda lengua, tribu y nación, a toda criatura viviente, “bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.

 ¿Por qué? ¿Por qué el bautismo es una parte tan importante del cristianismo ? ¿Cuál es su significado? ¿Cuál es su origen? ¿Cuál es su importancia? 

muchos creyentes tienen la idea  que el bautismo es aquello que fue iniciado y establecido por Juan el Bautista. pero escudiñando a fondo las escrituras no encontramos  identificación exacta entre el bautismo de Juan el Bautista y el bautismo del Nuevo Testamento que celebramos en la comunidad cristiana.

 esto puede causar asombro a muchos  al oír tal cosa, como si lo que se esta diciendo fuera algo terrible. dejeme explicar nose conose de ningun teologo o estudiose  del Nuevo Testamento, en el mundo, que no estuviera de acuerdo con la premisa básica de que hay una diferencia entre el bautismo de Juan el Bautista y el bautismo del Nuevo Testamento.

 Y brevemente, la diferencia es la siguiente: El bautismo que Juan el Bautista inauguró fue dirigido específicamente a la nación judía. Y tuvo su inicio durante lo que llamaríamos el período del Antiguo Testamento. Y su importancia en el Nuevo Testamento se ve en esto – que por siglos Dios había prometido la venida futura del Mesías. 

Y entonces, cuando se había cumplido el tiempo para que el Mesías hiciera su entrada en la comunidad,

 tal como el Antiguo Testamento había predicho, Dios envió a un profeta, que salió del desierto,

 diciendo al pueblo de Israel, que enderezaran el camino del Señor y se prepararan para la venida del ungido del Señor. Y ese fue el mensaje de Juan.

 Juan salió del desierto como un mensajero para proclamar la cercanía misma de la venida del Mesías. El hacha está colocada en la raíz del árbol, el bieldo está en su mano, es decir, está a la vuelta de la esquina.

 Y el punto es que él le estaba diciendo a Israel ‘¡Y tú no estás listo!’ 

Ahora, entre el final del Antiguo Testamento y el inicio del Nuevo Testamento supuestamente, surgió una práctica entre los judíos llamada bautismo proselitista. Y ese era un bautismo, un rito de purificación, un baño que simbolizaba la limpieza de aquella gente que era considerada impura. Y estaba reservado para los gentiles. 

Durante ese período, si una persona que no era judía, una persona que era gentil y quería convertirse en judía, esa persona tenía que hacer tres cosas.

#1 Tenía que hacer una profesión de fe en el judaísmo.

#2Si era un varón tenía que someterse a la circuncisión.

#3 tenía que someterse a este rito purificatorio del bautismo proselitista ya que ceremonialmente era considerado impuro. 

Y ahora, lo que era escandaloso de Juan el Bautista era que ahora viene a los judíos y les dice: ustedes tambien‘Tienen que bañarse. Necesitan arrepentirse de sus pecados y prepararse para la venida del Mesías. 

Mateo 3:1Arrepiéntanse y sean bautizados porque el reino de Dios está cerca’. Y esto es lo que tanto indignó a los fariseos. Ellos dijeron, ‘¿A qué te refieres? Somos los hijos de Abraham, no necesitamos darnos un baño’. Pero Juan el Bautista decía: ‘Dios ha impuesto este nuevo rito de preparación para el pueblo judío’. Entonces, luego vino el Mesías. Y cuando llegó el Mesías, como ya hemos visto  en la Cena del Señor, Jesús instituyó un nuevo pacto. 

Mateo 26:28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados

Y al instituir un nuevo pacto, el cual difería del antiguo pacto, Él instituyó una nueva señal del pacto. 

¿Recuerdas la señal del pacto que Dios hizo con Noé? Cada vez que Dios hacía pactos, Él daba al pueblo una señal que confirmaba o ratificaba la promesa del pacto. 

Y cuando Dios le hizo la promesa a Noé, de que no destruiría el mundo de nuevo con agua, le dio una señal a Noé y ¿cuál era la señal? El arco iris en el cielo.

 Entonces Dios decía, ‘Cada vez que veas el arco iris, eso es un recordatorio de mi promesa a Noé’. Pienso en eso cada vez que veo un arco iris y digo: ‘Allí está la señal de Dios en el cielo’. 

Bueno, luego, cuando Él incorporó a la nación Israel y trajo hacia sí mismo una familia de personas, una nación de personas, a través de la cual iba a bendecir al mundo entero y Él hizo un pacto con estas personas – con Abraham y con su simiente – Él estableció una señal o símbolo de ese pacto que era visible externamente. Y la señal del antiguo pacto era ¿qué? La circuncisión. La circuncisión se convirtió en la señal de la promesa de Dios. 

Genesis 17: 1Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. Y no se llamará más tu nombre Abram,[a] sino que será tu nombre Abraham,[b] porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.

Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones. 10 Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros. 11 Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. 12 Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje. 13 Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo. 14 Y el varón incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto.

Ahora, ¿la circuncisión salvó a alguien? Bueno, mucha gente empezó a pensar que sí. 

Mucha gente  – como los fariseos –pensaron que si estabas circuncidado, eso garantizaba que eras salvo.

 Y ahí es donde Pablo explica en los primeros capítulos de Romanos, cuando dijo que no. “No es judío el que lo es exteriormente” porque lleva en su cuerpo la señal de la circuncisión, “sino que es judío el que lo es interiormente”, en el corazón. Ese es el que es redimido.

 romanos 2:28 Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; 29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.

Y luego, al discutir eso, anticipa algunas preguntas que la gente va a plantear. Ellos van a decir, ‘¡Bueno! Si la señal del pacto no salva a nadie, ¿para qué sirve? ¿Por qué preocuparse por eso?

 ¿Por qué Dios iba a matar a Moisés cuando falló en darle la señal a su hijo? ¿Cuál es el gran problema?».exodos 4: 24 Y aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo. 25 Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre. 26 Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión

Pablo hace la pregunta de esta manera, «¿Cuál es, entonces, la ventaja del judío?». Es decir, el ser marcado y apartado con esta señal. ¿Y qué responde él? “Grande, en todo sentido”, porque ellos tenían los oráculos(pactos, promesas) de Dios. 

Ahora, ¿a dónde quiere llegar el Apóstol? Dijo que incluso pensar que la señal no salva, no significa que la señal sea insignificante o sin sentido. Es como decirme que un signo visible de una promesa de Dios no tiene sentido. Qué sentimiento más escandaloso y blasfemo sería ese.

 ¿Y cuál fue la importancia de la circuncisión? Era esta: Dios dijo: ‘Aquí está mi promesa. estoy haciendo un pacto contigo para que todos los que pongan su confianza(FÉ)SEAN SALVOS.Y la sircuncision sera la señal de esa fé

Ahora, el punto es este: en el Nuevo Testamento, la señal del pacto – la señal del nuevo pacto – ya no es la circuncisión, ¿cierto? 

¿Recuerdan la gran disputa que Pablo tuvo con los judaizantes de su época quienes querían insistir en que todos los convertidos al cristianismo fueran circuncidados? Y Pablo dijo: ‘Me gustaría que esas personas que estaban enseñando eso fueran circuncidadas’. Literalmente circuncidados debido a lo que no entienden. ¿No entienden que la circuncisión fue una señal no sólo de la promesa del pacto, sino también de la maldición del pacto donde una persona decía: ‘Si no cumplo con los términos del antiguo pacto, la ley de Dios, seré cortado de su presencia’? ¿Y no entienden que en la cruz, Cristo se hizo maldición? Y en la cruz Cristo cumplió todas las sanciones negativas indicadas por la circuncisión. ¿Y quieren ser circuncidados otra vez? Si quieren ser circuncidados de nuevo, como símbolo religioso, lo que estás diciendo es «No creo que Cristo haya cumplido el antiguo pacto y voy a volver a los términos del antiguo pacto. 

Y entonces, Pablo se opone vehementemente a los judaizantes quienes iban a negar la importancia del cumplimiento de estos principios del Antiguo Testamento. Ahora, ¿eso quiere decir que no hay continuidad entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento? ¡Dios no lo quiera! Seguimos siendo los hijos de Abraham. Somos los gentiles que han sido injertados, como un olivo silvestre en la rama original, ¿cierto? A la raíz original para que haya continuidad entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, pero no identidad. Ahora, en el Antiguo Testamento la señal del pacto es la circuncisión. En el nuevo pacto, la señal del pacto no es el bautismo de Juan, sino el bautismo de Jesús donde Jesús tomó este rito de limpieza y ahora lo identificó, no con Israel, sino con su nuevo pacto. Y así, el bautismo reemplaza la circuncisión como señal externa de membresía o inclusión en la nueva comunidad del pacto. 

Ahora de nuevo, el hecho de que una persona sea bautizada no significa que tenga salvación. Significa que tienen la promesa de Dios de todos los beneficios de Cristo si creen y cuando crean. Lutero, por ejemplo, cuando experimentaba estas sesiones intensas y difíciles de ser atacado por Satanás, donde casi podía ver a Satanás y él decía que su presencia era casi al tacto y que le lanzaba tinteros y así por el estilo, y que todas estas temporadas difíciles en las que decía que experimentaba lo que él llamaba el ‘anfechtung’ de Satanás, que significa el ataque satánico implacable e incontrolado contra su alma. Y Lutero decía que cuando era sometido a tal asedio por las acusaciones de Satanás y demás, él decía en voz alta a Satanás: ‘¡Aléjate de mí! ¡Estoy bautizado!’. 

Ahora, ¿por qué él diría esto? Lo que él estaba diciendo es esto: ‘Me aferro por fe a las promesas de Dios que son transmitidas a su pueblo en esta señal del pacto. Y Dios no miente. ¡Satanás, eres un mentiroso! Estoy poniendo mi confianza en esto. No trates de disminuir mi atención o distraer mi atención lejos de la Palabra de Dios’. Esa es la importancia del bautismo. Es una palabra dramatizada. Es la palabra de promesa de Dios para todos los que creen. Permítanme dirigir su atención brevemente a la carta de Pablo a los colosenses. En el capítulo 2 de Colosenses, empezando en el versículo 8, Pablo escribe estas palabras: “Mirad que nadie os haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo. Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él [que es Cristo], y habéis sido hechos completos en Él, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad; en Él también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha por manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión de Cristo; habiendo sido sepultados con Él en el bautismo, en el cual también habéis resucitado con Él por la fe en la acción del poder de Dios, que le resucitó de entre los muertos”. 

Vean lo que Pablo está diciendo aquí. Habla de la circuncisión no hecha con manos y él ve este vínculo directo aquí entre la circuncisión del Antiguo Testamento y el bautismo del Nuevo Testamento. Bien, entonces el bautismo es la nueva señal del pacto. ¿Qué significa eso? Obviamente parte de su importancia o de lo que significa es nuestra limpieza del pecado. En las manos de Juan era un rito limpiador, pero la razón por la que el bautismo de Juan no debe ser identificado o igualado exactamente con el bautismo del Nuevo Testamento es porque el bautismo del Nuevo Testamento significa mucho más que el bautismo de Juan– todo lo que el bautismo de Juan realmente hizo fue preparar a la gente mediante su limpieza del pecado. Y necesitamos ser limpios del pecado y la señal de nuestra limpieza del pecado es la señal del bautismo. Por eso tienes el lavatorio o el ritual del uso del agua. Es un símbolo del bañarse. ¿Pero qué más significa? Enterrado con Él en el bautismo. 

Acabamos de leer allí que una de las relevancias cruciales del bautismo es – bueno, lo que hace el bautismo, es la señal, en un sentido, que indica todos los beneficios que recibimos de Cristo. Es una señal de nuestra regeneración. Es una señal de que el Espíritu Santo nos vivifica de entre los muertos – de la muerte espiritual – y nos hace nuevas criaturas. No es que la señal logra eso, sino que la señal es un símbolo de la obra del Espíritu quien es el que regenera. Es la señal de que estamos bautizados en el Espíritu Santo. El bautismo de agua no es el bautismo del Espíritu Santo, pero es la señal del bautismo del Espíritu Santo. Que así como somos bautizados con agua, Dios promete bautizar, a todos los que están en Cristo, con su Espíritu Santo. 

Además, el bautismo indica nuestra participación en la muerte de Cristo y en la resurrección de Cristo. Una vez más, el simbolismo de ser enterrado y ser levantado de entre los muertos. Es esa promesa. Cristo está diciendo: ‘Cualquiera que cree, participa en la muerte de Cristo’. ¿Cómo? Bueno, en más de una manera. Una forma en que participo en la muerte de Cristo es que Él no habría tenido que morir. Si yo hubiera sido la única persona que había pecado en el mundo y Dios quisiera salvarme, Cristo habría tenido que morir porque mis pecados están imputados a Cristo en la cruz. Y así, en un sentido muy real, muero con Él en la cruz porque mis pecados son castigados sobre Él y en Él en la cruz. Pero no es sólo eso – hay más que solo eso – Pablo con frecuencia dice que estamos llamados a participar en el sufrimiento de Jesucristo, no presentando nuestro cuerpo como una expiación por nuestro propio pecado. No hay suficiente valor en mi cuerpo físico o en mi vida humana para compensar mi pecado. 

Hemos visto eso en el concepto de la expiación. Que requiere de uno que no tenga pecado para satisfacer las demandas de Dios. No estoy sin pecado, así que no podría expiar mis propios pecados, ¿cierto? Sin embargo, todavía estoy llamado a participar en las aflicciones y los sufrimientos de Cristo. No meritoriamente, sino en el sentido de identificación con nuestro Señor crucificado y de pasar por sus aflicciones con Él y estar dispuesto a participar en su humillación y en su sufrimiento. Y eso es parte de lo que significa el bautismo. ¿Cuántas veces el apóstol Pablo dice que a menos que estés dispuesto a participar en las aflicciones de Cristo, en los sufrimientos de Cristo, en la humillación de Jesús, no participarás en su exaltación? Y, sin embargo, la promesa de Cristo es esta: A todos los que confían en Él, que lo siguen, que son sus discípulos fieles, serán odiados, serán perseguidos en este mundo. Serán llamados a sufrir y a pasar por aflicciones. Y esas aflicciones no son dignas de ser comparadas ni por un momento… ser comparadas con la gloria que Dios ha guardado para su pueblo en el cielo. Y así, Pablo está diciendo: ‘Recuerden que van a participar en la resurrección de Cristo. Van a participar en la exaltación de Cristo. Se sumarán a todos los beneficios que Él recibe. Y la señal de esa promesa de su participación en los beneficios de Cristo es el bautismo. El bautismo significa tu participación en su muerte y en su resurrección, en su sufrimiento, en su humillación y en su exaltación. 

De nuevo, el rito no transmite los beneficios. Lo que el rito transmite es la certeza de la promesa de Dios a todos los que ponen su confianza en Jesús. Ahora, por supuesto, la controversia más feroz del bautismo es ¿quién califica para ello? Y hay iglesias que argumentan que sólo aquellos que son adultos y que hacen – que hacen una profesión consciente de fe pueden ser bautizados. Ese es el informe de la minoría históricamente. El informe mayoritario en el mundo cristiano ha sido que, así como se le dio la promesa del pacto del Antiguo Testamento a Abraham y a su simiente, así se da la promesa del pacto del Nuevo Testamento a los creyentes y a su simiente, y así como en el antiguo pacto se dio la señal del pacto a los creyentes y a sus hijos, así en el nuevo pacto se da la señal a los creyentes y a sus hijos. Porque eso no está en ninguna parte revocado o repudiado en el Nuevo Testamento, en principio. Y que, así como el bautismo es una señal de fe entre otras cosas, así la circuncisión era una señal de fe y no podemos argumentar, en principio, que porque algo es una señal de fe no se puede dar a los niños. 

Una vez más, el punto es que ni la circuncisión ni el bautismo confieren la fe. Lo que sí confiere es la promesa de Dios a todos los que creen. Así que estaríamos de acuerdo, creo que todos estaríamos de acuerdo en que no tienes los beneficios hasta que tengas fe. Pero puedes tener la promesa de Dios de esos beneficios. Calvino argumentaría que la eficacia del sacramento nunca está ligada al tiempo que en que es impartido. Puede venir antes, durante o después de haberse impartido la señal, incluso como fue el caso en la circuncisión. Pero eso es un asunto para una reflexión adicional. Es algo que no es sencillo de tratar. Pero lo principal que estamos tratando de transmitir hoy es el significado del bautismo como una promesa significativa de Dios. Y su validez no recae sobre la persona que lo recibe o en la persona que lo imparte, ni en los padres ni en nadie más, su validez se basa en el carácter de Aquel quien ha prometido, es decir, Dios

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