Parábola del hijo pródigo
Lucas 15:11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. EL Señor Jesús, está exponiendo la condición natural de pecado en la que el hombre ha caído, es esa condición descrita en el libro de Romanos donde el hombre voluntariamente renuncia a la habilidad de Razonar de acuerdo a la verdad(realidad) y prefiere embarcarse en un mundo fantástico, donde reina la mentira y vive de acuerdo a la fantasía,
La historia, a simple vista no párese tener, nada que ver con lo que estoy diciendo, pero nos dice la historia que él (el hijo menor)demandó, exigió, a su padre, los viernes qué le “pertenecían”
El, problema es que a él no le pertenecía nada ningún bien,
ya que la herencia por Naturaleza, es un favor qué el qué lo dá lo dá en el ejercicio de su completa Voluntad, y el que lo recibe lo recibe no en base a sus méritos , sino en su relación con el que lo dá, ellos lo recibirán porque son hijos no por otra cosa,
Así que de entrada este hijo menor está viviendo en una fantasía creyendo qué las cosas del padre le pertenecen par derechos,
Le pertenecen pero no por derecho, basado en sus méritos, le pertanese por Grasia , por el puro afecto del padre,
Y este es el pensamiento, adoptado por el hombre pecador, que quiere independizarse De Dios,
No qiere tener nada que ver con Dios porque le molestan sus leyes y mandamientos, y quiere estar lo más alejado de ellas paro si quiere llevar con sigo sus bienes, (de Dios),
Salmos 2: 3 Rompamos sus ligaduras,
Y echemos de nosotros sus cuerdas.
Esa es precisamente la descripción del humano que encontramos en Romanos 1:24 en adelante leamos: 21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. 22 Profesando ser sabios, se hicieron necios, 23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, 25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. 14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. 15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. 16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. 17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. 20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. 21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. 22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. 23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; 24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
25 Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; 26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. 27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. 28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. 29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. 30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. 31 Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. 32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado
Así también nosotros tomamos lo que creemos que nos pertenece, y Dios no nos lo niega, el hombre piensa que la tierra y todos sus recursos le pertenecen
Y se ha apoderado de ella y aún cree que es dueño del universo, y se ha ido lejos donde Dios no lo vea ni pueda pedirle cuentas de sus acciones, en su mente y en su corazón el hombre se ha ido tan lejos como ha podido,
Y es un comportamiento muy común en el ser humano, irse lo más lejos posible de quien o quienes le puedan, amonestar o demandar responsabilidades, no tenemos que ir demasiado lejos, pensemos en nosotros mismos,
El Señor Jesús nos dice qué efectivamente, su intención era de viví PERDIDAMENTE, consideremos por un momento,
Cuál era el estilo de vida que este muchacho planeaba vivir, independientemente de cómo el practicaba este estilo de vida, sabemos qué era una forma de vida qué desagradaba a su padre, y demás familiares, les traía deshonra, y pensaba que estando lejos, haya no llegarían las amonestaciones, los consejos, y las advertencias,
Porque el muchacho no tenia ni planes ni intenciones de renunciar a lo que él consideraba, el objetivo o la razón de vivir
Su mente y corazón habían sido severamente afectados por el pecado
Y ese hijo menos es una claro representación nuestra como hombres y mujeres caídos
Quienes reclamando nuestros bienes, nos marchamos lo mas lejos posible, para vivir perdidamente, mientras Dios nos busca usando mucho medios y recursos, finalmente después de oír la palabra, el señor nos concede la Fé y así creemos y recibimos a Cristo como nosotros Salvador regresando a casa de donde salimos
Viniendo a ser herederos legítimos de el reino De Dios Romanos 8: 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.17 Y si hijos, también herederos;herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
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